Azúcar por fuera – ¿glucosa por dentro?

La glucosa es un tipo de azúcar fundamental que obtenemos de los alimentos que consumimos. Después de comer, los alimentos se descomponen en componentes más simples que nuestro cuerpo puede asimilar, entre ellos la glucosa.

¿Está el azúcar solo en los dulces?

Desafortunadamente, no. Incluso si decides evitar dulces, pasteles y helados (¡y cómo vivir sin ellos!), no significa que estés eliminando el azúcar por completo. Cuando consumes alimentos que contienen carbohidratos, como pan, arroz, frutas o verduras, tu sistema digestivo descompone estos carbohidratos en azúcares más simples, incluida la glucosa. Los carbohidratos se convierten principalmente en glucosa durante la digestión.

Cuando el azúcar llega al cuerpo

Una vez que los alimentos se descomponen en azúcares simples, incluida la glucosa, esta se absorbe en el torrente sanguíneo a través de las paredes del intestino. Desde allí, la glucosa se distribuye a todas las células del cuerpo, donde se utiliza como fuente de energía.

Tu cuerpo tiene mecanismos para regular el nivel de glucosa en la sangre. La insulina, una hormona producida por el páncreas, facilita el transporte de glucosa desde la sangre hacia las células, donde se usa como energía o se almacena en forma de glucógeno en el hígado y los músculos.

Cuando consumes más glucosa de la que necesitas en ese momento, el exceso se almacena en el hígado y los músculos como glucógeno. Cuando el cuerpo necesita energía adicional, el glucógeno se convierte de nuevo en glucosa y se libera en la sangre.

La glucosa es esencial para proporcionar energía a las células y es fundamental para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo.

Cuando ingerimos mucho azúcar

Si los niveles de glucosa (azúcar de los alimentos) suben demasiado en la sangre, el páncreas secreta insulina para que las células de los músculos y de la grasa puedan absorberla. Si sobra algo de glucosa y las células de los músculos y de la grasa ya no la necesitan, o no la necesitan de inmediato, el excedente de glucosa se almacena en el hígado (como glucógeno) y en la grasa en las células de grasa distribuidas por todo el cuerpo.

Cuando ingerimos poco azúcar

Si resulta que la glucosa baja mucho, una de las hormonas pancreáticas (diferente de la insulina) – el glucagón – estimula el hígado para que este vuelva a convertir el glucógeno (del hígado) en glucosa una vez más. Así se tapan las carencias de glucosa en sangre. Si esto no es suficiente, se utilizan las reservas almacenadas en las células de grasa corporal.

La ‘’mejor’’ forma de contraer la diabetes tipo II

La «mejor» forma de contraer la diabetes tipo II es si uno consume muchos azúcares refinados y dulces industriales, lo cual provoca varias subidas y bajadas de azúcar en el cuerpo. Al mismo tiempo, obliga al cuerpo a producir insulina en grandes cantidades. Con el paso de los años, esto puede causar una menor sensibilidad de las células a la insulina, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

Las tres epidemias más grandes hoy en día son:

  • el cáncer
  • la obesidad
  • la diabetes tipo I y II.

La verdad es que, al quejarnos de la diabetes I y II, muchas veces aparece la segunda cuando llega la edad avanzada. Desafortunadamente, son estas enfermedades las que predicen todo lo malo que nos espera dentro de unos años si no empezamos a actuar para contrarrestarlas. Aquí vale la pena subrayar que la diabetes tipo II es totalmente reversible, mientras que la tipo I no.

La ignorancia es más peligrosa que la enfermedad porque puede afectar tus allegados

Los dos tipos de diabetes son muy peligrosos, pues la mayoría de la gente no se da cuenta de que está enferma hasta que aparecen los síntomas de la enfermedad muy avanzados. En ambos casos, las células no absorben la glucosa y como resultado, sus niveles suben de manera muy peligrosa. Otra cosa que es bastante triste es que la mayoría de las personas desarrollan su enfermedad sin saberlo. Hablando de diabetes, muchos desgraciados no están conscientes de su estado grave dentro de unos años y podrían sufrir de ceguera, amputaciones, enfermedades cardiovasculares y renales, etc. La diabetes es una enfermedad crónica que en menos de 10 años ha aumentado en las personas treintañeras en un 70%. ¿Te lo puedes imaginar? Ya sé que aún no te suena lo que te hablo, pero te lo explicaré con más detalles cuando estemos ahí. Por ahora, lo que quiero que sepas es que el 34% de la gente no es consciente de su enfermedad (la diabetes). El problema es que, al no estar consciente de eso, uno empieza a quejarse por sus resultados que no se sabe de dónde vienen de repente.

Entre los resultados del diabetes inconsciente (algunos de ellos acabo de exponer arriba) son:

  • Enfermedades cardiacas y cardiovasculares
  • Derrames cerebrales
  • Ceguera
  • Amputaciones de las extremidades
  • Enfermedades renales
  • Enfermedades dentales
  • Desórdenes del sistema nervioso

Son todas enfermedades vinculadas a los niveles elevados de azúcar en sangre. Estos niveles tan disparados a largo plazo dañan los vasos sanguíneos que conectan los tejidos de todo el cuerpo y llevan a varios estragos colaterales en el organismo entero (los ojos, los riñones, corazón).

Ahora, al grano para saber de dónde viene todo y qué es lo que uno puede hacer y debería saber antes, después y ahora mismo.

LOS TIPOS DE DIABETES

Normalmente se habla de los dos tipos de diabetes. La verdad es que son tres. En los diabetes I y II, la enfermedad se inicia por una disfunción del metabolismo de la glucosa. Los diabetes I y diabetes II se manifiestan tanto en la época muy temprana como cuando entramos en la edad adulta y nos hacemos mayores.

  • La diabetes 1 se manifiesta en la edad muy temprana (la época de niñez o de la juventud).
  • La diabetes 2 se detecta cuando ya estamos adultos o entramos en esta época y sufrimos los trastornos relacionados con la obesidad y mala alimentación. Desafortunadamente, últimamente hay muchos casos nuevos de diabetes II detectados en los niños y esta situación es muy preocupante
  • La diabetes 3 es otro nombre de la enfermedad de Alzheimer (enfermedad de la disfunción mental – demencia) que nos afecta cuando entramos en la tercera edad en la mayoría de los casos.

¿Cómo debería ser EL CICLO DEL METABOLISMO CORRECTO?

  1. Ingesta de los alimentos
  2. Digestión → la gran parte de nuestra comida forma carbohidratos que se descomponen en azúcares complejos y azúcares simples
  3. Los azúcares simples se descomponen en partículas más pequeñas, es decir, en glucosa.
    → La glucosa es una partícula preparada para entrar en el flujo sanguíneo. Sin embargo, no puede hacerlo sola, necesita un «cargador», ya que no sabe dónde introducirse ni dónde detenerse. Cuando el organismo detecta la presencia de azúcar, informa al páncreas para que este pueda secretar insulina.
  4. La insulina actúa como un taxi para la glucosa, llevándola por todo el cuerpo y depositándola donde debe estar. También puede considerarse como un «portero» ya que abre las puertas para la glucosa, permitiendo su entrada en varias células del cuerpo.Gracias a la insulina, la glucosa puede llegar a donde se necesita.
  5. Una parte de esta glucosa se convierte en energía a corto plazo.
  6. El resto se almacena como glucógeno en el hígado o en los depósitos de grasa, que se utilizará cuando no haya suficientes carbohidratos para suministrar energía.

Insulina es como un portero que abre las puertas en las membranas celulares (en las células musculares y grasas) para que la glucosa pueda entrar.

Hacer lo correcto es difícil rar

En los próximos posts, exploraremos a fondo los tres tipos de diabetes. Mientras tanto, es importante pensar en cómo prevenir o manejar esta enfermedad, que a menudo surge por falta de conocimiento o por descuidar las bases de un estilo de vida y una alimentación saludables.

Hoy en día, resulta fácil confundirse sobre qué es realmente «correcto». Aunque sabemos lo que es adecuado, muchas veces caemos en la trampa de la publicidad, las modas pasajeras y las tendencias momentáneas. Nos dejamos llevar por las opiniones de las redes sociales y las imágenes llamativas, optando por soluciones rápidas. Este mundo tan complejo y lleno de valores superficiales puede desorientarnos. El miedo a quedarse fuera de juego o a «envejecer» rápidamente nos empuja a seguir el ritmo constante de las novedades, a veces alejándonos de nuestros propios sueños y necesidades. A menudo, escondemos nuestros problemas y anhelos detrás de compras impulsivas, comida o sustancias. Sin importar el «remedio» que busquemos, el resultado suele ser el mismo: problemas físicos o mentales.

Te invito a seguir nuestros próximos posts, donde aclararemos tus dudas y te ofreceremos consejos prácticos. ¡Nos vemos pronto!

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