¿Qué es y de dónde viene?

Todos los días se escucha que el colesterol hay que observarlo, limitarlo, reducirlo, batirlo, verificarlo, etcétera. Probablemente cada uno de nosotros haya oído alguna vez en su vida del colesterol bueno y del colesterol malo. Lo relacionamos con la sangre porque siempre que nos hacen pruebas sanguíneas sale el colesterol y se nos comentan los resultados, pero ¿qué es realmente? ¿De dónde sale? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es el malo y cuál es el bueno? ¿Por qué algunos alimentos lo tienen y algunos no? ¿Y el bueno? ¿Dónde se encuentra? ¿Para qué sirve?

Una grasa especial y muy ‘nuestra’

El colesterol es una grasa que se forma en uno de nuestros órganos esenciales, el hígado, a partir de otras grasas, las proteínas y los hidratos de carbono. Lo que supuestamente no sabemos todos es el hecho de que las ⅔ partes del colesterol están formadas por nuestro propio organismo y solo la ⅓ que resta está aportada por la dieta que seguimos.

El colesterol »de fuera» se encuentra solamente en los productos de origen animal. Si uno se está excediendo con la ingesta de los productos cárnicos y lácteos, los indicadores del colesterol (LDL denominado como ‘’el malo’’) se disparan. De todas formas, el colesterol es una grasa muy importante para el organismo porque el mero hecho de que el organismo lo produzca por su propia cuenta ya nos puede indicar que sí, es importante para su mantenimiento y funcionamiento correcto.

El malo y el bueno

El colesterol no se mueve solo – eso está bastante claro. Está transportado en la sangre gracias a los lípidos, uniéndose con ellas y formando lipoproteínas. Las lipoproteínas tienen dos formas:

  • son de baja densidad – LDL (»el colesterol malo»)
  • son de alta densidad – HDL (»el colesterol bueno»)

El LDL – el colesterol malo

El LDL tiende a acumularse y depositarse en las paredes arteriales, formando placas llamadas ateromas, lo que hace cuando se lo transporta en exceso hacia varios tejidos del cuerpo. Este colesterol está ‘’de fuera’’. Las proporciones siempre y cuando ingieres los productos de origen animal.

El HDL – el colesterol bueno

El HDL es el que está en guardia y se ocupa de ‘’barrer’’ los excesos del colesterol LDL (el malo). Está fabricado en el hígado. Su función principal es recoger las acumulaciones y sobrantes del colesterol malo de las paredes arteriales y transportar estos excesos de nuevo al hígado. De ahí el hígado lo transforma en los ácidos biliares y puede eliminarlo sin problema. Es un policía bueno que se ocupa de captar los delincuentes que se deciden a quedarse por mucho tiempo en las tiendas que han decidido robar.

El alto nivel de LDL

Si ya tienes el colesterol LDL alto, es muy importante que empieces a reducirlo cuanto antes. Postergar esta situación a largo plazo puede ocasionar problemas graves en tu organismo. No vale la pena esperar para experimentarlos de verdad.

Consume alimentos ricos en fibra:

    • La fibra ayuda a eliminar el exceso de colesterol del cuerpo.

    Incluye aceites vegetales ricos en grasas insaturadas:

      • Sustituye las grasas animales por grasas vegetales insaturadas.

      Disminuye el consumo de grasas animales:

        • Reduce la ingesta de grasas provenientes de productos animales.

        Evita los carbohidratos refinados:

          • Limita el consumo de azúcares industriales y harinas blancas refinadas.

          Modera la ingesta de proteínas de origen animal:

            • Reduce el consumo de carnes, vísceras y quesos

            Azúcar refinado + grasas saturadas = alto LDL

            El consumo elevado de azúcar, junto con la ingesta excesiva de grasas, contribuye significativamente a la incidencia de infartos y arteriosclerosis.

            Vamos a explicar esta correlación de manera clara y sencilla, no te preocupes.

            ¿Por qué el azúcar refinado y las grasas saturadas contribuyen a un alto nivel de LDL?

            Efecto del Azúcar Refinado

            a. Producción de Ácidos Grasos y Triglicéridos:
            Cuando consumes grandes cantidades de azúcar refinado, tu cuerpo lo convierte en energía. Si no necesitas toda esa energía de inmediato, el exceso se convierte en triglicéridos (un tipo de grasa) en el hígado. Estos triglicéridos pueden elevar los niveles de LDL (colesterol malo) en la sangre.

            b. Resistencia a la Insulina:
            El consumo excesivo de azúcar puede llevar a la resistencia a la insulina, un estado en el que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. Esto provoca un aumento en los niveles de azúcar en la sangre y, a su vez, puede contribuir a un aumento en los niveles de LDL y otros problemas de salud cardiovascular.

            Efecto de las Grasas Saturadas

            a. Aumento de LDL:
            Las grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como carnes grasas, productos lácteos enteros y algunos aceites vegetales, pueden aumentar los niveles de colesterol LDL en la sangre. El colesterol LDL tiende a acumularse en las paredes arteriales, formando placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo.

            b. Reducción del HDL:
            Las grasas saturadas también pueden reducir los niveles de HDL (colesterol bueno). El HDL ayuda a eliminar el colesterol LDL de las arterias y transportarlo al hígado para su eliminación ( transformados en ácidos biliares ). Menos HDL significa menos capacidad para limpiar el colesterol malo de la sangre.

            3. Sinergia de Azúcar y Grasas Saturadas

            a. Efecto Combinado:
            Cuando consumes una dieta alta en azúcar refinado y grasas saturadas, los efectos adversos se multiplican. El azúcar refinado aumenta los triglicéridos y contribuye a la resistencia a la insulina, mientras que las grasas saturadas elevan directamente los niveles de LDL y reducen el HDL.

            b. Incremento del Riesgo Cardiovascular:
            Esta combinación de altos niveles de LDL, bajos niveles de HDL y altos triglicéridos puede llevar a una acumulación de placa en las arterias, lo que incrementa el riesgo de arteriosclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias) e infartos.

            Resumen

            El consumo excesivo de azúcar refinado y grasas saturadas crea un entorno en el cuerpo que favorece el aumento del colesterol LDL y reduce el colesterol HDL. Esta combinación contribuye a la acumulación de placa en las arterias, aumentando significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos y arteriosclerosis. Por lo tanto, es fundamental mantener una dieta equilibrada y moderada en estos componentes para proteger la salud del corazón.

            Las mayores fuentes del colesterol malo LDL

            SEGÚN GRANDE COVIÁN, LA MEJOR FORMA DE ELIMINAR EL EXCESO DEL COLESTEROL MALO LDL ES ELIMINAR DE SU DIETA LAS GRASAS SATURADAS.

            Los ácidos grasos saturados se concentran en:

            • leche
            • carnes grasas
            • aceite de palma
            • aceite de coco
            • manteca de cacao

            Los alimentos más ricos en colesterol son:

            • carnes grasas
            • huevos
            • los mariscos
            • leche
            • vísceras

            Un escudo de la vitamina E

            La vitamina E, que se encuentra en alimentos como el aceite de oliva extra virgen, las nueces, las avellanas, la soja y el aceite de germen de trigo, es un antioxidante ideal que previene la oxidación de las grasas y, por lo tanto, evita la formación de placas en las paredes arteriales.

            Los mejores aceites aptos para el consumo humano son: el aceite de oliva extra virgen, que aporta ácidos grasos monoinsaturados; el aceite de lino, nuez, colza y soja, que aportan ácido alfa-linoleico; y el aceite de onagra y borraja, que proporcionan ácido gamma-linoleico.

            Protege a tus hijos tanto como puedas. La creciente incidencia de colesterol LDL muy alto en niños es preocupante y está relacionada con el alto consumo de golosinas, azúcares industriales, pasteles y tartas prefabricadas, así como embutidos empaquetados y conservas de todo tipo. Debemos recordar que los niños están en pleno desarrollo y necesitan una atención especial en lugar de ser alimentados con productos procesados del supermercado.

            Entiendo que a menudo falta tiempo, pero si decides tener un hijo, no es solo por moda o tendencia. Es tu responsabilidad cuidar de los pequeños que has traído al mundo y recordar que su futuro y su salud dependen de nosotros, los adultos. Si no les proporcionamos una buena base de alimentación y les enseñamos a vivir de manera correcta y consciente, buscarán otros referentes, que en la mayoría de los casos no serán los mejores.

            Si no les damos una alimentación equilibrada desde sus primeros años, en el futuro su organismo podría manifestar problemas graves como cánceres y enfermedades autoinmunes incurables. Reflexiona bien antes de comprar otro producto procesado en el supermercado.

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