Descubre la causa de tus molestias
Cada tipo de suplemento no te será útil si no abordas las causas subyacentes. Nada resolverá tus problemas a largo plazo si no enfrentas lo que te aleja de tu equilibrio y provoca las deficiencias que padeces en este momento. Tu cuerpo intenta comunicarse contigo, pero quizás no comprendes su mensaje; en su lugar, recurres a la comida, ya sea dulce o salada, o incluso a sustancias tóxicas para aliviar el dolor emocional o físico.
Por eso, si experimentas una molestia crónica, como una fatiga persistente que te agota constantemente, no tiene sentido recurrir a un complejo vitamínico estimulante con ginseng, que solo proporcionará un aumento temporal de energía durante unas pocas horas. Tomarlo a diario carece de sentido porque no aborda la raíz del problema, y solo te aferrarás a pastillas que no ofrecen más que un alivio superficial. En lugar de depender de medicamentos, ¿por qué no reflexionar sobre qué está causando esta fatiga crónica? Es probable que la respuesta resida en tu estilo de vida, no en la falta de nutrientes, vitaminas o minerales que consumes regularmente. ¿De qué sirve estimular tu cuerpo para que continúe con un estilo de vida que te agota? ¿No te das cuenta de que eventualmente dejará de funcionar? Al no abordar las verdaderas causas de tus molestias, estás infligiendo un daño significativo a tu cuerpo, lo que podría convertir tus problemas actuales en crónicos y dificultar su resolución.
Las pastillas coloridas: ¿Qué son los suplementos?
Los suplementos vitamínicos y minerales son sustancias artificiales, modificadas y aisladas, elaboradas en laboratorios farmacéuticos. Son productos creados artificialmente para el mercado de consumidores que supuestamente se preocupan más por su salud.
Cuando tomamos, por ejemplo, una vitamina natural y extraemos solo la vitamina C, dejando de lado otras sustancias esenciales, el cuerpo no la reconoce como algo beneficioso y conocido. Por lo tanto, no puede metabolizarla adecuadamente. Si es una situación puntual, el cuerpo puede manejarlo sin problema, pero el verdadero inconveniente surge cuando esto se repite varias veces y se convierte en un hábito. Entonces, se ingieren grandes dosis de la sustancia aislada sin acompañamiento de otras sustancias vitales que normalmente se encuentran en la forma natural de la vitamina. Para poder metabolizarla, el cuerpo debe recurrir a sus propias reservas, lo que provoca deficiencias y desequilibrios.
La función de los suplementos es reducir las deficiencias que experimenta el organismo durante periodos específicos, como la recuperación después de una enfermedad, la terapia con antibióticos, momentos de estrés, el embarazo y otras carencias provocadas por diversas circunstancias de la vida. No se requiere una formación médica para adquirir cualquier suplemento vitamínico, lo cual es bastante conveniente, ya que están ampliamente disponibles en el mercado, con una gran variedad de tipos, marcas y precios.
Cualquiera puede autodiagnosticarse basándose en los síntomas que experimenta y, sin profundizar en los detalles ni en las causas del trastorno, recurrir a la automedicación. Alguien podría pensar que esto es beneficioso, ya que puede aliviar los síntomas molestos, pero es importante tener en cuenta que al frenar los síntomas no se está curando ni reparando el problema subyacente. Simplemente se está deteniendo temporalmente. Esto significa que, tarde o temprano, el problema volverá con una fuerza renovada, lo que podría complicar su tratamiento en el futuro.
¿No es absurdo?
Las sustancias aisladas en los suplementos vitamínicos resultan inútiles para nuestro organismo, que simplemente no las reconoce al ingerirlas. O más bien, las reconoce pero de forma negativa: las percibe como incompletas, tóxicas, como algo que solo toma en lugar de aportar. Esto desencadena un desequilibrio en el cuerpo, ya que para metabolizar y aprovechar esas sustancias, necesitamos completarlas de alguna manera.
Por eso, el cuerpo, al recibir un suplemento vitamínico, debe recurrir a sus propias reservas de calcio, hierro, vitaminas y sales minerales para complementar la falta de nutrientes en ese suplemento. Esto significa que en lugar de beneficiarnos, acabamos generando carencias en otras áreas. ¿No es absurdo?
A pesar de crear estas carencias, muchos estudios han confirmado que los suplementos pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente al promover el crecimiento de pequeños tumores en el cuerpo.
Los suplementos vitamínicos y las vitaminas aisladas no ofrecen ningún beneficio a largo plazo e incluso pueden resultar tóxicos en dosis elevadas. Las vitaminas no son simplemente vitaminas; en su estructura, contienen muchas otras sustancias conocidas y desconocidas. Solo cuando estas sustancias están unidas en una estructura única pueden ser metabolizadas por nuestro cuerpo.
Es crucial recordar que siempre es mejor buscar fuentes naturales en lugar de recurrir a sustancias aisladas, ya que estas últimas solo pueden causar deficiencias. Nuestro cuerpo no puede metabolizar una vitamina X aislada y privada de todas las sustancias que la acompañan en los alimentos naturales a los que estamos acostumbrados, ya que ha evolucionado con ellos durante miles de años.
Las sombras de las vitaminas A, C, E
Las vitaminas artificiales A, C y E no proporcionan ningún beneficio para nuestra salud. Las más perjudiciales son los suplementos de vitamina A y E, que pueden tener efectos negativos a largo plazo, especialmente en el caso de los fumadores.
La vitamina A
La vitamina A sobrecarga el hígado y acelera el crecimiento de tumores, especialmente en fumadores, según estudios. ¿Dónde se encuentra esta vitamina de forma aislada? Principalmente en el retinol, presente en cremas antiarrugas. Por otro lado, el betacaroteno, común en suplementos para bronceado, puede ser beneficioso solo cuando se consume en alimentos naturales. Ingerido en cápsulas, puede tener efectos devastadores, especialmente en grandes dosis, aumentando el riesgo de cáncer, especialmente en fumadores y personas con enfermedades hepáticas, ya que el hígado es donde se acumula la vitamina A. Además, puede causar debilitamiento óseo, afectando gravemente la salud y aumentando el riesgo de fracturas.
La vitamina C
La investigación sugiere que la vitamina C no cura ni previene resfriados, ni disminuye la duración de la recuperación. Sin embargo, algunos estudios sugieren que puede mejorar los síntomas y acortar la duración del resfriado en un 20%. No hay pruebas sólidas que respalden la idea de que grandes dosis de vitamina C prevengan resfriados. A pesar de esto, muchas personas continúan comprando y consumiendo grandes cantidades de vitamina C, especialmente en otoño, a pesar de que no parece influir en la prevención de resfriados.
Los inhibidores de las vitaminas
Vitamina | Inhibidores en grandes cantidades |
---|---|
Vitamina A | Aspirina |
Vitamina K | Antibióticos |
Vitamina C | Fumar, alcohol, antihistamínicos |
Complejo de Vitamina B | Cortisona, harina refinada, azúcar blanca, café, alcohol, píldora anticonceptiva |
Las pequeñas dosis de estos inhibidores pueden tener un impacto mínimo, pero las dosis elevadas pueden tener efectos significativos.
Falsa versión de la salud
Lo que realmente necesitas lo encuentras en los alimentos frescos. Lo natural en lugar de lo sintético y modificado en el laboratorio (muerto y desprovisto de sus complementos). Nuestro cuerpo es asombrosamente sabio y puede obtener lo que necesita de manera óptima a partir de productos integrales y frescos. Estos alimentos representan una red compleja de reacciones químicas y sustancias conocidas y desconocidas que forman una sustancia inseparable. A lo largo de miles de años, nuestro organismo ha evolucionado para extraer lo necesario y en la dosis justa directamente de la comida, en lugar de depender de sustancias artificiales creadas recientemente.
Los suplementos vitamínicos no pueden reemplazar o enriquecer una dieta adecuada, rica en frutas, verduras y alimentos integrales. Por el contrario, pueden empobrecer nuestra microbiota, creando carencias y debilitando nuestras defensas vitales. No debemos seguir ciegamente las dietas occidentales llenas de suplementos y sustancias aisladas que supuestamente nos ayudarán a funcionar y vivir mejor. Es una trampa.
Todos estos nutrientes son cruciales para nuestro organismo, pero recurrir a sus versiones en forma de pastillas es contraproducente. Es más fácil y cómodo tomar una pastilla por la mañana, pero ¿qué es más importante, la comodidad o la salud? Pues yo diría que las ambas cosas…Pero fíjate que sin lo segundo no se puede tener lo primero.
Lo más esencial es tener una base sólida de frutas y verduras frescas. Para que el cuerpo pueda metabolizar y absorber estos nutrientes, necesitamos un estilo de vida que nos proporcione suficiente energía para llevar a cabo nuestras funciones vitales y aprovechar los alimentos que consumimos. Así, no necesitaremos suplementos.
Los productos vitamínicos, al ser modificados en laboratorios, sufren numerosos cambios y, al ser de naturaleza sintética, el organismo no puede metabolizarlos adecuadamente sin crear carencias. Para beneficiarnos de ellos, el cuerpo debe recurrir a sus propias reservas y adaptarse a estas sustancias externas no reconocidas. Sus componentes han sido alterados y modificados en el laboratorio, por lo que ya no importa si la pastilla contiene la vitamina de fuentes naturales (vegetales) o es totalmente sintética, el cuerpo simplemente no la reconoce porque ha sido cambiada y privada de otras sustancias.
Las vitaminas sintéticas no son naturales para el organismo y este no las acepta. No las metaboliza como sí lo haría con la vitamina C proveniente directamente de una naranja.
Factores fatales para nuestra salud
Factores que pueden producir carencias y desequilibrio:
- Los anti alimentos y tóxicos
- Una vida sedentaria
- Demasiado ejercicio
- No dormir lo suficiente
- Estrés emocional
- Falta de exposición solar adecuada
- Exposición excesiva a la contaminación electromagnética, acústica y del aire
- Represión de emociones
- Resistencia a aceptar las circunstancias de la vida
- Estados depresivos
- Momentos duradero difíciles de la vida como duelo, ira, frustración, separación
- Combinaciones alimentarias inadecuadas
- Falta de respeto a los biorritmos
Todos estos elementos pueden llevarnos al desequilibrio, desvitalizándonos y generando deficiencias que nos dificultan afrontar las situaciones difíciles y los trastornos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no siempre la falta de nutrientes en nuestro organismo se debe a una alimentación inadecuada, ya que a veces la fuente del desequilibrio está en aspectos no relacionados con la dieta.
Cuando corregimos, eliminamos o al menos reducimos las posibles causas de desequilibrio, nuestro cuerpo tiende a restablecerse. Por esta razón, es crucial ser cautelosos con las analíticas de sangre, especialmente durante momentos emocionalmente difíciles, ya que pueden no reflejar con precisión nuestras necesidades nutricionales.
Los propósitos que tenemos
Propósitos de tomar suplementos:
Psicológicos:
- Nos hace sentir que nos cuidamos y seguimos las tendencias actuales.
- A veces nos sentimos culpables por no consumir lo que deberíamos, como frutas, y recurrimos a los suplementos para compensar posibles deficiencias.
- Buscamos aliviar molestias como uñas quebradizas, caída del cabello, problemas cutáneos, temblores en los párpados, hinchazón, ansiedad, cansancio y resfriados recurrentes, optando por pastillas en lugar de modificar nuestro estilo de vida.
- Queremos aumentar la masa muscular y mejorar nuestro rendimiento físico más rápido de lo habitual, por lo que tomamos suplementos.
- Si evitamos consumir carne o lácteos, podemos sentir que carecemos de ciertas vitaminas.
- La falta de exposición al sol puede llevarnos a tomar vitamina D adicional.
- Problemas como fracturas óseas y deterioro dental nos llevan a buscar suplementos.
- Buscamos perder peso a través de suplementos.
Económicos:
- El negocio de los suplementos es multimillonario y tiene un gran poder e influencia en la industria. Dicta normativas, precios y el desarrollo de vacunas.
- Controla qué investigaciones científicas se publican y financia instituciones educativas y médicas.
- Financia organizaciones que luchan contra enfermedades y cánceres, siempre que promuevan el consumo de sus productos como suplementos.
Control exagerada:
- Pensamos erróneamente que cualquier deficiencia vitamínica se debe a una mala alimentación, cuando a veces incluso podemos tener un exceso de ciertas vitaminas. Al recurrir aún más a los suplementos, podemos crear una situación peligrosa para nuestro cuerpo, ya que puede no ser capaz de metabolizar y asimilar adecuadamente estos nutrientes.
Es importante tener en cuenta que tomar suplementos no siempre es la solución a nuestras necesidades nutricionales y de salud, y que debemos considerar otras formas de mejorar nuestra alimentación y estilo de vida.
Pros y contras de los suplementos
Algunos afirman que pueden ser muy beneficiosos y otros no lo creen. Cada vez se descubren más datos y pruebas que demuestran la falta de beneficios en la mayoría de las personas.
Vitaminas Hidrosolubles y Liposolubles:
- Las vitaminas hidrosolubles (B, C, D) se eliminan con la orina en caso de exceso y no se acumulan en el cuerpo, lo que las hace menos peligrosas.
- Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se almacenan en el hígado y en las células adiposas del cuerpo, pudiendo volverse tóxicas si se acumulan en exceso, especialmente si provienen de suplementos vitamínicos sintéticos.
Nutrientes en alimentos vegetales:
- Los alimentos vegetales son más ricos en vitaminas, antioxidantes y fibra en comparación con los alimentos de origen animal. Únicamente los alimentos vegetales contienen fibra y antioxidantes.
- Algunos alimentos como frutos secos y semillas son ricos en grasas y proteínas, lo que los convierte en una opción más saludable que muchos alimentos de origen animal.
Nutrientes en alimentos animales:
- Los alimentos de origen animal carecen de fibra y antioxidantes y son ricos en colesterol malo y grasas saturadas, perjudiciales para la salud cardiovascular.
- Aunque tienen menos proteínas disponibles, contienen una mayor cantidad de estas.
- Proporcionan vitamina B12 (en carne y lácteos) y vitamina D (añadida artificialmente en algunos casos).
- A pesar de estar procesados y reducidos en grasa, los alimentos animales siguen siendo ricos en colesterol y sustancias cancerígenas. El organismo puede producir colesterol por sí solo en cantidades adecuadas, por lo que no es necesario un aporte externo.
Antes de tomarte otra pastilla…
Vitaminas y sustancias producidas por el cuerpo
- El Colesterol: Es producido por nuestro propio cuerpo en las cantidades adecuadas.
- La Vitamina A: El organismo puede producirla a partir de los betacarotenos.
- La Vitamina D: Se sintetiza en la piel con la exposición solar de unos 15 a 20 minutos diarios.
- La Vitamina B12: Aunque es un poco problemática, el cuerpo puede producirla en los intestinos, aunque en cantidades mínimas.
Para resumir, las vitaminas clásicas como ABCD funcionan mejor cuando se acompañan de otras sustancias vitales, conocidas y desconocidas (auksonas). Imagina que las vitaminas son como un perro que necesita todas sus «patas» para caminar correctamente. Sin embargo, cuando extraemos o aislamos nutrientes de los alimentos, pierden parte de su biodisponibilidad original. Esto sucede cuando los alimentos están demasiado procesados, desmineralizados o modificados.
Tomar suplementos multivitamínicos o vitaminas aisladas puede ser contraproducente para nuestra salud. Cuando intentamos metabolizar una vitamina aislada, el cuerpo necesita otros nutrientes que normalmente se encuentran en su estado natural para procesarla adecuadamente. Si no los encuentra, el cuerpo utiliza sus propias reservas, lo que puede provocar deficiencias en otras vitaminas y problemas de salud más amplios.
Es importante obtener vitaminas, minerales y oligoelementos de alimentos frescos y no procesados, en su forma natural. De lo contrario, podemos causar carencias en otras áreas del cuerpo. Por eso, la fruta y las verduras deberían ser una parte fundamental de nuestra alimentación, tratadas como uno de los platos principales en nuestras comidas diarias.