¡Hola! ¿Quién eres?
Empecemos con algo obvio: cada uno de nosotros es único. Lo que nos define no es solo la nacionalidad, el idioma, las costumbres, el género o la edad, sino sobre todo lo que sentimos y las circunstancias de vida en las que nos encontramos. Nuestros ideales, valores y forma de pensar nos hacen únicos. A menudo olvidamos esto, especialmente cuando tomamos decisiones importantes que pueden no resonar con nuestro entorno.
Cuando decidimos hacer cambios en nuestra vida, a menudo caemos en la trampa de buscar soluciones rápidas y universales, sin tener en cuenta nuestras capacidades y limitaciones personales. Queremos que el resultado sea perfecto, alineado con los ideales impuestos por la sociedad. Buscamos consejos en la televisión, en amigos, conocidos, e incluso en los vendedores de la tienda de la esquina. Leemos artículos y blogs en busca de respuestas que prometen soluciones fáciles a nuestros problemas. A menudo encontramos respuestas, pero no siempre están adaptadas a nuestras circunstancias únicas. Esto significa que no nos brindarán el efecto esperado, lo que puede llevarnos a situaciones de estrés o estados depresivos. ¿Por qué?
El mundo de hoy ha creado en nosotros una gran vulnerabilidad a las turbulencias emocionales. Somos »delicados» y cada error nos afecta profundamente. En lugar de abordar las causas de nuestros problemas de salud, buscamos respuestas rápidas en farmacias y en médicos que solo ofrecen medidas paliativas, sin tratar el origen del problema. A menudo recurrimos a »auxiliares» en forma de sustancias tóxicas (cigarrillos, drogas, alcohol, dulces), porque el dolor interno a menudo se convierte en físico y nuestro instinto natural es bloquearlo lo más rápido posible.
Caemos en un ciclo de repetición de patrones que en realidad no nos benefician. Buscamos alivio inmediato, pensando que si algo funciona para otra persona, también funcionará para nosotros. Así es como caemos en un ciclo perjudicial.
¿Por qué buscamos soluciones mágicas?
¿Qué nos detiene en nuestro progreso en la vida? ¿Qué significa para nosotros el progreso? ¿Cuál es la verdadera causa de nuestras dificultades emocionales y físicas? ¿Por qué no podemos seguir dietas ni tratamientos costosos? ¿Por qué nos rendimos y caemos en la depresión? ¿Por qué no hacemos lo que realmente queremos y nos cuesta establecer límites? Estas y otras preguntas son muy difíciles de responder. Sin embargo, en términos generales, se puede proponer una tesis que dice que si te bloqueas a ti mismo, todos los demás canales, como la salud física y mental, se detienen. Porque, ¿no es cierto que sin salud (mental o física) en realidad no tenemos nada?
Conócete a ti mismo
Es esencial que realmente nos conozcamos, comprendamos nuestras necesidades y reconozcamos los límites que nos definen. Debemos dejar de imitar los patrones de los demás, porque cada uno de nosotros vive en circunstancias únicas. No hay soluciones milagrosas y universales para todos. Los alimentos, tratamientos y terapias no nos harán más jóvenes ni más saludables si no exploramos las fuentes de nuestro malestar, tanto físico como emocional. Debemos ser conscientes de nuestras circunstancias y necesidades personales para encontrar la verdadera felicidad y vivir una vida plena.
Recuerda que cada uno de nosotros es un mundo aparte, lleno de experiencias y necesidades únicas. Tu salud y felicidad dependen de cuán bien te conozcas y entiendas lo que realmente es importante para ti. En lugar de buscar soluciones universales, concéntrate en lo que funciona para ti, teniendo en cuenta tus circunstancias y necesidades únicas. No imites a los demás, no te apresures y no te tortures con las coloridas fotos en las redes sociales. Eso es una ilusión. La vida real tiene una gama de colores y matices mucho más amplia.
A ver si eres una de estas personas que aunque tienen todo, les falta algo…
¿Eres una de esas personas que, a pesar de tenerlo todo, siente que algo le falta? ¿Te preguntas por qué, a pesar de tener sueños cumplidos, buena salud, trabajo y seres queridos, a veces te sientes vacío o insatisfecho?
Este sentimiento es más común de lo que piensas. En el mundo actual, donde estamos bombardeados con ideales de éxito y felicidad, es fácil sentirse perdido, incluso cuando aparentemente todo está en su lugar.
Una madre soltera que puede con todo
Conoce a nuestra «Malabarista Solitaria», una verdadera experta en equilibrar la vida como madre soltera. Su jornada tiene dos turnos, y uno de ellos ni siquiera viene con un cheque al final. En su trabajo, siempre da el cien por ciento, ¡cumplir con todo es su súper poder! Pero cuando llega a casa, la espera su segundo turno: ser madre y padre al mismo tiempo, ¡sumado a los roles de cocinera, limpiadora, niñera y el pilar fundamental para sus hijos! Ella se sacrifica, renunciando a sus caprichos para brindarles todo a sus pequeños tesoros. No cierra los ojos cuando uno de sus peques sufre, está siempre al pie del cañón. Al final del día, parece más una superviviente que alguien que realmente vive. Se olvida por completo de cuidarse, con el sueño atrasado y el tiempo ajustado. Ya ni se le ocurre hacer algo relajante, simplemente porque lo considera «poco importante». Sabe que debería cuidarse más porque de ella dependen los demás, ¡pero el día se le hace corto y la noche interminable! Aunque esté muerta de sueño, duerme por tirones. Es nuestra Malabarista Solitaria, ¡una auténtica maravilla! ¿La conoces?
un empleado del año que no sale del trabajo
¡Ah, nuestro querido Javi, el maestro del juego en la oficina! Este tipo conoce la empresa mejor que su propia sombra. No solo sabe las reglas, sino que las reinventa según su conveniencia para ganarse el respeto de los jefes (cumplir con el presupuesto) y de los clientes (ofrecer los mejores servicios). El trabajo para Javi es como un romance tórrido, donde ni le importa comer, beber o descansar. ¡Quiere más trabajo, más responsabilidades, más… emoción laboral! No tiene tiempo para bobadas como hacer ejercicio o charlar sobre tonterías con amigos. ¡Nada de distracciones! ¿Amigos? Claro, los tiene, todos en la oficina porque, sinceramente, ¿quién tiene tiempo para construir relaciones fuera de este nido laboral? Cuando la empresa organiza una fiesta, Javi es el rey del desenfreno. Adopta el lema «trabaja duro, juerguea fuerte» y se lanza sin restricciones. Al día siguiente, está más fresco que una lechuga, y todos se preguntan si tiene algún truco secreto para la resaca. Es el mago del trabajo y el rey de la fiesta pero las aparencias engañan. Javi sufre la insomnia y está enganchado a los alcaloides como el café y gaseosas con taurina. Además fuma como una chimenea ¿Lo conoces?
alguien que no consigue bajar el peso aunque »come bien»
Odette, una verdadera maestra en el arte de alimentarse de manera saludable, va más allá de la simple elección de alimentos. Su conocimiento sobre los alimentos beneficiosos y su habilidad para prepararlos deliciosamente la destacan como una experta en bienestar. Confía plenamente en los consejos de nutricionistas, devorando las últimas tendencias de revistas y telediarios que resaltan las propiedades de los productos saludables. Esta incansable investigadora revisa minuciosamente las etiquetas, controlando meticulosamente el contenido calórico. Consciente de la importancia de mantener hábitos alimentarios estrictos, se esfuerza por controlar su peso, aunque los resultados deseados parecen esquivarla. Odette se priva de los placeres culinarios del pasado y siempre opta por lo «bueno», pero las tentaciones la acechan, especialmente los fines de semana y en las noches, donde libra una batalla contra el hambre intensa. Las cenas y los fines de semana se convierten en auténticos desafíos para ella. A pesar de elegir opciones «saludables», Odette termina con hambre, llevándola a cuestionarse constantemente sus elecciones. ¿La conoces?
un fan de suplementos y de la vida en el gym
Ana es una mujer muy activa. A sus 40 años y con un trabajo exitoso, no se olvida de cuidar ni de su cuerpo ni de su mente. Su empleo, al ser bastante exigente, le genera mucho estrés. Aunque Ana no duerme demasiado bien, siempre se respalda con buenas vitaminas y suplementos que la llenan de optimismo y energía cada mañana al arrancar hacia el trabajo. En la empresa, Ana ocupa un puesto de mucha responsabilidad, y a su cargo hay muchas personas que dependen de ella y de sus decisiones. Para no desahogarse con el personal, Ana se mantiene con unos calmantes, pero al finalizar la jornada laboral, lo primero que hace es dirigirse al gimnasio, donde puede liberarse sin límites. Allí pasa alrededor de dos horas, a veces hasta que le entran náuseas. Sale agotada, casi olvidando su propio nombre debido al cansancio, pero siempre lleva consigo unos batidos proteicos que recargan su energía de inmediato. Cuando vuelve a casa, come algunas barritas de calcio y bayas goji, y toma una buena dosis de melatonina para conciliar el sueño, ya que aunque está agotada, no suele dormir de un tirón. Al día siguiente, toma una buena dosis de un complejo vitamínico energizante y está lista para enfrentar otro día de trabajo. ¿La conoces?
un fan de dietas y suplementos que no le hacen ningun efecto
Marielle es una aventurera culinaria, siempre lista para probar nuevas cosas. Se considera una chica abierta y sin miedo a enfrentarse a lo que la vida le presenta. A lo largo de sus treinta años, ha experimentado molestias, dolencias y enfermedades, lo que la ha llevado a pensar que es momento de cuidarse. Marielle está en constante búsqueda de la mejor manera de mantenerse en forma, tanto física como emocionalmente. Se embarca en desafíos, a veces bastante rigurosos, que van desde dietas de una semana hasta otras de treinta días. Con determinación, sigue estas dietas al pie de la letra, convencida de que esa es la clave para que funcionen. Aunque a veces se esfuerza por disfrutar de productos que no le agradan, se motiva a sí misma pensando que valdrá la pena y que pronto notará los efectos. Su objetivo no es simplemente perder peso, sino sentirse mejor consigo misma. Después de atravesar diversas situaciones desagradables en su vida, ahora busca un equilibrio. Marielle reconoce la importancia de una alimentación variada y saludable para lograr ese equilibrio. Sin embargo, hasta ahora no ha encontrado su estilo alimenticio ideal. Siempre hay algo que no le gusta y los efectos no siempre son los esperados. Después de una dieta cetogénica reciente, experimentó dolores de estómago y acidez que nunca había tenido en toda su vida. Aunque fue una experiencia difícil, Marielle sigue explorando y buscando el enfoque alimenticio perfecto para ella pero se siente cansada y deprimida. Para el colmo con la edad ha notado que los efectos rebotes son cada vez más fuertes ¿La conoces?
aquien que pasa por los momentos dificiles
A Elena se le desmoronó el mundo. De la noche a la mañana, se quedó completamente sola. Después de 10 años, su pareja la dejó por otra mujer. Elena se siente hundida, incapaz de funcionar. Su mente está envuelta por la tristeza y pensamientos repetitivos que no le permiten comer, dormir ni tomar las decisiones correctas. Lo peor es que tiene que tomar esas decisiones pronto, ya que su futuro depende de ellas. Ahora es solo suyo, porque su pareja ya no forma parte de ese proyecto de vida que construyeron durante tanto tiempo. Pero ahora todo lo que sonaba tan cierto y cercano parece carecer de sentido. Todas sus fuerzas la han abandonado, y no sabe cómo levantar la cabeza y seguir con lo suyo, con ese futuro tan soñado. Se ve abrumada por pensamientos que la atormentan y su cuerpo y mente están exhaustos. Se esfuerza por mantenerse como antes, por comer, hacer ejercicio y cuidar de su perro, pero todo lo hace a medias, sin ganas ni fuerza. Siente que su mundo se ha derrumbado y no vislumbra nada ni a nadie más en esta vida. Sabe que no puede seguir así pero no sabe a quién recurrir. No es muy fan de empastillarse….
¿La conoces?
adicto al azúcar / tabacco / harina refinada
Mila vive la vida al ritmo de sus placeres diarios. El día no puede comenzar sin dos tazas de café que la impulsan durante la jornada laboral. Despues bebe más para acompañar sus antojos dulces repentinos! Junto con el postre un café no es suficiente; a veces, son dos, dependiendo del tamaño del dulce, ¡obviamente! Hablemos de postres, porque para Mila, endulzar la vida es una necesidad. Sus momentos de felicidad llegan cuando se zampa una generosa porción de helado con salsa de chocolate. Mila no puede imaginar terminar su lunch corporativo sin un trozo de tarta de limón o una buena porción de Pavlova con chantilly. Y, por supuesto, otro cafecito para mantenerse alerta en el trabajo. Sin embargo, la segunda mitad de su día no es muy productiva. Después de comer, se siente embotada y somnolienta, por lo que necesita otro café para sobrevivir. Mila dice que no fuma mucho, solo ocasionalmente, generalmente cuando necesita centrarse en cuestiones laborales. Sin embargo, con el sueño que le entra después de comer, rara vez lo logra y solamente una caladita le mantiente despierta. También fuma cuando sale del trabajo para relajarse después de un día agitado, ¡incluso si significa esperar al bus con otro cigarrillo! Últimamente, Mila no se siente muy bien. Experimenta dificultad para respirar, problemas para dormir. Evita ir al baño con frecuencia y, de vez en cuando, le duele el estómago, soltando eructos tremendos. Hace unos días, intentó correr, pero tuvo que regresar a casa en 15 minutos porque no podía atrapar el aliento. Al día siguiente, sus articulaciones le dolían tanto que no pudo ir al trabajo. ¿La conoces?
un/una vegetarian@ que no consigue sentirse bien con lo que come
Jorge decidió aventurarse en el mundo vegetariano hace tres meses, motivado por los posibles beneficios para la salud y la idea de perder algo de peso. Dado su apretado horario entre el trabajo y las tareas diarias, pensó: «¿Por qué no intentarlo y a ver qué pasa?». Al principio, estaba encantado explorando la amplia variedad de productos vegetarianos disponibles, pero se dio cuenta de que, en lugar de perder peso, ¡parecía que estaba inflándose y ganando kilos! Para compensar la falta de carne, Jorge picoteaba durante el día, convenciéndose de que eran «cosas saludables» que «le beneficiaban». Las pastas, quesos, arroces, tomatitos y hojas de lechuga formaban la base de su nueva dieta. Aunque dejó toda la carne y sus derivados, se preocupaba porque no veía resultados en la pérdida de peso y enfrentaba arranques de hambre bastante intensos. A pesar de que ya no sufría las malas digestiones de antes, la ansiedad lo invadía cada vez que tenía gans de comer. Se ponía muy nervioso y llegaba al extremo de sentirse abrumado por no poder satisfacer sus necesidades alimentarias. ¡Una experiencia vegetariana llena de sorpresas! ¿Quién lo hubiera dicho que esto se convertiría en un desafío tan grande y difícil para él? ¿Le conoces?
un fan de carne, Pasta y de los lácteos
Juan es todo un apasionado de la buena comida, heredando esa devoción de su familia junto con sólidas tradiciones culinarias. Creció entre huevos, leche y ruedas de queso, donde la mesa nunca estaba completa sin un suculento trozo de carne. Las verduras eran más comúnmente cocidas que crudas, reservando las manzanas y peras para dar un toque refrescante. En temporada, incluso se aventuraba en el bosque en busca de bayas silvestres. A sus 50 años, Juan sigue aferrado a sus raíces alimenticias. Para él, una comida sin una jugosa chuleta de cerdo, un sabroso guisado de ternera o unos muslos de pollo asado simplemente no es comida. Las sopas ocupan un lugar especial como primer plato, siempre cocinadas con ese toque casero que solo su esposa puede lograr, y eso lo hace amarla aún más. Convencido de que sus padres, siendo gente del campo, siempre estaban sanos, Juan confía en que sus genes le garantizarán la misma salud, a pesar de trabajar en una oficina de contabilidad. Lamentablemente, últimamente ha experimentado molestias en las articulaciones, encías más sensibles y un aumento considerable en su abdomen. Su rutina de paseos por el parque con su esposa ha dado paso a largas horas frente al televisor, esperando su chuleta con batatas rostizadas. Preocupado por estos cambios en su salud y el creciente cansancio, Juan anhela recuperar las tardes en el parque con su esposa, como en los últimos treinta años juntos. Sin embargo, los paliativos no parecen brindarle el alivio deseado. ¿Te resulta familiar esta situación?